Si lo tiene como loco esa canilla que no para de gotear, no desespere, lo más probable es que tenga gastada la junta de goma, o lo que es lo mismo, el famoso “cuerito”.
Tome nota:
Lo primero que tenés que hacer es cerrar la llave de paso y abrir la canilla para que se desagote toda el agua que queda en el caño. Después, con un destornillador, retira la tapa de la cabeza de la llave. A veces, esa tapa va a presión y hay que retirarla con cuidado para no dañar el cromado de la canilla.
Luego, con una llave inglesa o una pinza pico de loro podés retirar la tuerca o tornillo que aprieta el cuerpo de la canilla y extraer ese eje. La junta o cuerito, es una arandela de goma negra que está sujeta al eje por un pequeño tornillo o tuerca. Sacálo, poné un “cuero” nuevo, ajustalo y volvé a introducir el eje en el cuerpo de la canilla.
Lo único que te queda es volver a colocar la llave, enroscar el tornillo de la cabeza y poner la tapita. Antes de darte por satisfecho, volvé a abrir el paso de agua, y controlá que todo está OK.
Cuando compres el cuerito, llevate varios: son muy baratos y siempre te salvan de un apuro.
¿Sabés por qué se llama cuerito? Porque antes eran efectivamente de cuero y de color marrón. Ahora ya casi no vienen así, y todos los que se consiguen son de goma.